Cabaña de Sudación – Temazcal

 

La antigüedad de estas prácticas se pierde en la noche de los tiempos.

Se trata de algo muy sencillo, una estructura circular pequeña, que varía en su construcción, desde las varas de sauce o cañas tapadas con mantas y frazadas, a estructuras de adobe o material, con una única entrada, dentro de la cual se depositan piedras porosas que han sido previamente calentadas durante horas en un fuego ceremonial, alcanzando el naranja intenso de la incandescencia, sobre las cuales se verterá agua e infusiones de hierbas medicinales produciendo un profuso vapor.

A lo largo y ancho del mundo se extendieron este y otros ritos de purificación, pero fue en Abya Yala (América) que las cabañas de sudación alcanzaron su máxima expresión, su más acabado y fino diseño.

Estos ritos implican lo que en occidente entendemos como SACRIFICIO (SACRIFICARE = renunciar a algo, hacer algo que no gusta o que implica mucho esfuerzo para beneficiar a alguien u obtener algo) y este es entendido como una ofrenda.

Este sacrificio tiene en consecuencia el beneficio de atravesar no solo el húmedo y cálido vapor, sino el de ser partícipe en primera persona de una experiencia ancestral, primigenia, de unión con los elementos de la naturaleza, aire, fuego, agua, tierra, y -a través de ellos- con lo más profundo de nosotros mismos y aquellos que nos acompañan.

Como rito de purificación es una ceremonia compleja repleta de símbolos y reminiscencias que actualmente se suele simplificar sin perder su esencia primordial, la de conectarse con ese poder creador, ese “Gran Espíritu” que todo lo penetra.

Los Lakotas de las praderas del norte le llaman “Onikaghe” a la estructura, como cabaña, “INIPI” a la ceremonia de la cabaña de sudación.

Según Alce Negro, el “Heyoka” (profeta) Lakota en la cabaña de sudar “…intervienen todos los poderes del Universo (…) El vapor que sale de las piedras es pavoroso, pero nos purifica y nos permite vivir como el Gran Espíritu quiere. Si nos volvemos realmente puros, puede ser incluso que el Gran Espíritu nos envíe una visión”.

Penetrar a la cabaña es penetrar a las entrañas de la Madre tierra, a su seno, es volver al origen y desde allí y si nuestro sacrificio es bien recibido saldremos “renacidos”, nuevos, para emprender nuevamente el camino.

En el interior oscuro nos encontramos solos, aunque contenidos por el círculo de participantes, sudamos por nosotros y por cada uno de los demás, y así cada uno de los presentes, hay una frase Lakota que se reitera profusamente y esta profundamente relacionada a la cabaña, “Mitakuye Oyasin”, “Por todas mis Relaciones”, por ellas sudamos.

Podemos sudar por muchos motivos, para pedir por alguien o por nosotros mismos, por salud, por necesidad, para alcanzar una meta, para recordar, para perdonar o ser perdonado, para crecer, para enfrentar un miedo, para alcanzar el entendimiento, y así tantas cosas más, pero también puede suceder que una vez aprendido, simplemente lo hagamos por placer o porque nos gusta, porque sencillamente es nuestra manera de conectarnos con el universo maravilloso que nos rodea.

Sugerimos, tal cuál lo sugieren los abuelos y abuelas originarios, practicar esta experiencia un mínimo de cuatro veces, para lograr de esta manera los objetivos buscados y poder tener una idea fehaciente de lo que es sudar en una cabaña.

 


Algunos de los beneficios saludables directos de la experiencia

 

Es sin lugar a dudas una “medicina poderosa” para el tratamiento de muchas enfermedades y dolencias tanto agudas como crónicas.

Estimula todos los órganos internos, limpiando y purificando nuestro cuerpo de toxinas provenientes de nuestro diario vivir, fundamentalmente producto de la alimentación y los problemas de contaminación cada vez más comunes.

Mejora el Sistema Inmunológico
Aumenta la producción de glóbulos blancos ayudando a la recuperación de personas que padecen enfermedades crónicas o recurrentes.

Estimula el funcionamiento del sistema linfático y hormonal. Es recomendable para personas que padecen enfermedades autoinmunes.

Desintoxicación del cuerpo.
Depuramos nuestro cuerpo mediante la profusa sudación producida por el calor húmedo de la cabaña, así eliminamos ácido úrico, problemas de piel como el acné, barros, espinillas, se queman grasas e impurezas de la piel, todo esto sumado al mejoramiento del funcionamiento del riñón.

Nuestra piel funciona como un organismo regulador de la temperatura corporal, muchas veces los poros de esta suelen estar bloqueados cuando no cerrados, el calor de la cabaña reactiva estos poros, restableciendo la función de nuestra piel que es considerada por muchos como un segundo riñón.

Aparato respiratorio.
Limpia y descongestiona las vías aéreas y descongestión de las vías respiratorias, canales nasales y para nasales, el vapor es muy bueno para el tratamiento del ASMA, bronquitis, gripes, y sinusitis. Activa la irrigación sanguínea, al aumentar este flujo sanguíneo, que sumado a la expansión de los pulmones, los bronquios facilitan la expulsión de toxinas acumuladas.

Sistema nervioso.
La cabaña produce un fuerte efecto relajante y estimulante, muy bueno para tratar problemas como el Stress crónico, cansancio crónico, insomnio, tensión nerviosa, estimula el sistema hormonal

Relajamiento del sistema muscular.
Alivia contracturas crónicas, dolores de espalda, dolores de tobillos y rodillas

 


Advertencias/ contraindicaciones

 

No es aconsejable para personas con padecimientos cardíacos graves, claustrofóbicos, hiper o hipotensos crónicos, con heridas abiertas, problemas de piel que se vean afectados por el calor intenso. Post operatorio no menor a 2 meses.



Elementos necesarios

 

 


Datos Generales / costo

 

La ceremonia será llevada a cabo por Juan Acevedo Peinado y Mariana Gonzalez Mertián (para mayor información vea Quienes Somos).

El horario de encuentro será a las 15:00 del sábado, finalizando cerca de las 20:00hs tras compartir la comida que se sirve a los participantes.

La contribución es de $250 (incluye la comida posterior a la ceremonia).

Dado que los cupos son limitados, es imprescindible que reserves tu lugar contactándonos al 15 4192-5840 o bien a info@otorongowasi.com.ar.

La dirección del evento se envía tras señar / confirmar tu asistencia.

 

Por cualquier otra consulta, no dude en contactarnos:

(011) 15 4192-5840

info@otorongowasi.com.ar

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Nota: Este documento fue redactado por los integrantes del comunitario Otorongo Wasi.
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