(enviado por Genaro Bautista)
El antropólogo y representante del Consejo Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) comenta que en lo que refiere a Magallanes la comisión determinó dos proposiciones centrales. En principio señala la continuación del plan especial de cobertura total para los indígenas de los canales australes. También plantea la necesidad de crear dos memoriales inspiradas en los dos pueblos desaparecidos en Magallanes.
Aguilera considera válido señalar que estas propuestas no surgen de las propias organizaciones constituidas. Pero igual aclara que no se puede hablar en términos generales de genocidio, porque se estaría cayendo en una imprecisión histórica, además que efectivamente en el caso ona sí hubo persecuciones, erradicación forzada de personas y reducción de misiones, pero eso no pasa en la historia tehuelche. “Comparto la opinión de Alfredo Prieto, a través de sus investigaciones, en el sentido de que sí hubo un intento sistemático porque las personas indígenas en ese momento abandonaran progresivamente sus prácticas tradicionales, para transformarse entre comillas en personas civilizadas. Eso cabe dentro de las definiciones tradicionales que la antropología ha dado al etnocidio”, advierte.
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En el caso particular de los tehuelches, apela a la literatura existente que señala que los aborígenes concurrían periódicamente a la colonia de Punta Arenas hasta 1890, pero a partir de esa época sus visitas empiezan a hacerse más esporádicas.
La última familia que se asentó en territorio chileno de la Patagonia es la del Cacique Mulato, que recibió un terreno extenso en el sector de Laguna Blanca. Pero cuando éste muere, su familia decide retirarse de esos territorios hacia 1895 y dejan de llegar a Chile. El último avistamiento en sectores cercanos a la frontera con Argentina corresponde a 1905.
“La retirada de los tehuelches de la Patagonia chilena obedece a variables casuales o fortuitas. Entiendo que de acuerdo a una de las tesis que sostiene Mateo Martinic en su libro acerca de este pueblo una de las variables habla de enfermedades infecciosas en Punta Arenas, como la viruela, que generó algún grado de temor de los indígenas de aproximarse a la ciudad y de mantenerse al margen del contacto con los blancos”, explica.
