Reprimen en Tinogasta a vecinos contra la minería contaminante

La policía provincial desalojó a la fuerza, reprimiendo con balas
de goma, perros y gases lacrimógenos a vecinos de Tinogasta que bloqueaban el
acceso de camiones hacia la minera. Doce personas fueron hospitalizadas.

Por Carlos Rodríguez; Página|12

El Kuntur, grupo de elite de la policía de
Catamarca, fue acusado de reprimir “con balas de goma y gases
lacrimógenos” a dos grupos de personas que desde hace diez días vienen
protestando con cortes selectivos de ruta contra la minería a cielo abierto en las
localidades catamarqueñas de Belén y Tinogasta. Hubo 35 detenidos y doce
vecinos tuvieron que ser asistidos en el hospital de Tinogasta. “En el
pueblo jamás se vivió una situación de semejante violencia. Nos sacaron a
empujones y a golpes de la ruta, sin tener en cuenta que había mujeres,
incluso una de ellas embarazada, y muchos niños porque nosotros somos
vecinos del lugar, no somos militantes de ninguna organización
política”, le dijo a Página/12 Karina Olmos, integrante de la Asamblea
Ciudadana de Tinogasta. Anoche, en esa ciudad, decenas de vecinos
estaban volviendo a ocupar la ruta 60, para impedir la circulación de
camiones que llevan insumos hacia la minera La Alumbrera, en la vecina
ciudad de Andalgalá. Antes, cerca de un millar de vecinos se reunieron
frente al municipio de Tinogasta para pedir la renuncia del intendente
local, Hugo Avila. Ante la situación, el ministro de Gobierno de
Catamarca, Francisco Gordillo, justificó el desalojo argumentando que el
bloqueo del camino retenía el paso de camiones que trasladaban
“explosivos” que significaban “un peligro para la sociedad”. Al mismo
tiempo, Gordillo sostuvo que tienen “las puertas abiertas” para
“dialogar con los ambientalistas” (ver aparte).

Karina Olmos le respondió al funcionario diciendo que ellos también
están “muy preocupados por el paso de los camiones con explosivos, que
de todas maneras, haya corte o no, circulan por las calles de Tinogasta
sin que nadie se preocupe desde el gobierno provincial”. Sobre la
protesta, Olmos sostuvo que se han organizado “porque sabemos muy bien,
por lo que ha pasado en estos quince años en Andalgalá, que la minería a
cielo abierto es nociva para la salud, para el agua y para la tierra y
que no nos deja ningún beneficio”. También le pidió al gobierno nacional
que “de la misma manera que se está pronunciando por Malvinas, se
pronuncie por nosotros, porque las empresas multinacionales se están
llevando lo que es nuestro y de todos los argentinos”.

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La vecina de Tinogasta dijo que en esa ciudad hay “empresas
australianas y canadienses que quieren el uranio que tienen nuestros
cerros, pero lo que estamos diciéndoles es que no les vamos a dar la
licencia social para que se lo lleven”. Al grito de “El pueblo unido,
jamás será vencido”, los vecinos se estaban reagrupando anoche sobre la
ruta 60. El “violento desalojo” que denunciaron se produjo ayer cerca de
las 9 de la mañana. Los vecinos recibieron primero una notificación
verbal de la fiscal Liliana Carrizo, pero aseguran que no hubo “ninguna
orden judicial por escrito”. En ese punto discrepan con lo que dijo el
gobierno provincial.

Según los vecinos, cuando comenzó la represión se habían concentrado
en la ruta cerca de 150 personas. “El corte lo veníamos haciendo unas
quince o veinte personas, pero después del anuncio de la fiscal avisamos
a otros vecinos y se vinieron a la ruta con nosotros.” Karina Olmos
denunció que hubo “disparos de balas de goma, gases lacrimógenos y nos
golpearon a todos, hombres y mujeres, sin importar que había muchos
niños a los que tuvimos que proteger”. Como protesta, los vecinos –cerca
de un millar– marcharon ayer por la tarde a la intendencia de
Tinogasta. Como no estaba su titular, Hugo Avila, le pidieron su
renuncia al viceintendente Alanis Andra. Los vecinos marcharon con un
cartel que decía “Las ideas no se reprimen, siguen presentes”.

El otro desalojo ocurrió en la ruta 40, en Belén, por donde también
pasan los camiones que van hacia La Alumbrera. Esto ocurrió en la tarde
del jueves, a partir de las 18, por “disposición del fiscal Jorge
Flores”. En este caso se produjeron empujones y golpes contra un grupo
compuesto por varias decenas de vecinos que en ese momento no estaban
cortando la ruta. “Estábamos en un terreno privado, de la familia
Barragán, cuando vino el grupo Kuntur y nos sacó a los golpes”, relató a
este diario Mariano Cervantes. Sólo hubo heridos leves, pero se
llevaron detenidas a 35 personas, “diez de ellas mujeres y dos chicos
menores, de 14 y 16 años”. Estuvieron detenidos durante más de ocho
horas, las mujeres en la Regional 3 de Belén y los hombres en la
comisaría de la localidad de Londres.

“Lo curioso es que los que sí estaban cortando la ruta eran unos 40
trabajadores de la minera La Alumbrera y sus familiares porque la
empresa había amenazado con echarlos si seguía nuestro corte de ruta. A
ellos no los reprimieron, los dejaron”, aseguró Cervantes. Los detenidos
aseguraron que ignoran cuál es la acusación en su contra: “Nos dicen
que es por resistencia a la fuerza pública o por ‘averiguación de
hechos’ que no fueron precisados. Lo cierto es que el fiscal nos había
recomendado que nos fuéramos para que no nos pegaran los trabajadores de
La Alumbrera”.