Inty Raymy 2007 – Parte 1 y 2

Inty Raymy 2007

Un fin de ciclo necesario, un comienzo iluminado.

Parte 1 – Cuesta arriba

En verdad este última parte del ciclo ha sido para los miembros del comunitario una verdadera cuesta arriba, lo cual se presento como una seria y severa prueba a sortear.

Tal fue así que tuvimos que cuestionarnos si podíamos viajar a realizar este encuentro anual.

En primer lugar la cuestión económica fue definitoria: el terrible aumento de los pasajes, así como las escasas posibilidades de dejar nuestras actividades que son nuestros ingresos.

Días atrás comentábamos con Omar que Otorongo Wasi sé ha transformado en una especie de ONG que increíblemente… es solventada por nuestros propios bolsillos!!!

Si bien parece gracioso es todo un tema (ya que nuestros bolsillos no están nada llenos…!).

La sensación de estar siendo puestos a prueba por valla uno a saber que, era inmanente, se sentía en la piel, flotaba en el aire.

A medida que se acercaba la fecha de partida las cosas se ponían cada vez más difíciles.

Idas venidas, llamadas telefónicas, gente interesada que finalmente no viajó, horas y horas de entrevistas con interesados, gente que ofrecía cosas, departamentos atestados de bolsas con donaciones de ropa que la gente gentilmente nos acercaba, estallido de mails, compromisos que resolver antes de partir, exámenes, imposibilidad de comunicarnos con Catamarca, y una larga lista de etcs.

A último momento parecía que teníamos resuelto el tema del traslado de los bolsones de ropa, motivo por lo cual decidimos resignar algunos días ya que nuestra idea original era partir el jueves o el viernes 15, pero lo cambiamos para el Lunes por esta posibilidad, que… finalmente también se cayó.

Todo esto generó muchos nervios, malos entendidos, en fin… una sensación poco grata que se resume en una frase que me dice Omar por teléfono «todo esto le quita gracia a hacer cosas buenas, parece que el sacrificio fuera mayor…»

Yo no tengo dudas: las cosas están bien hechas, lo siento en el corazón, no es un precio, es una prueba.

Los pensamientos iban y venían pero para mi solo una cosa era segura: No sabía cómo, pero el 20 estaríamos en el Shinkal de Quimivil!

Parte 2 – A buen entendedor, pocas palabras bastan

Estaba resuelto: finalmente el lunes a las 13:30 saldríamos para Catamarca.

Unas muchas cosas, sobre todo los nervios contenidos, me trajeron un terrible cólico intestinal que casi me impedía moverme. «Y ahora esto…! lo que me faltaba!»

Así comenzó nuestro viaje: doblado de dolor y sin poder hacer esfuerzo, todo parecía seguir amenazando la salida.

Cargar con la mochila era penoso, ya en la terminal los minutos pasaban y Omar, Milli y Mariana estaban cargando enormes bolsones con la ropa que gente amiga nos había alcanzado a la casa de Omar.

Ariel, el médico amigo, puso gentilmente a disposición su auto para alcanzar todo esto hasta la terminal, GRACIAS!!!

13,25 hs, sin noticias. Estoy un poco desesperado.
13,27 hs, me avisan que están en el andén, ya están sacados los pasajes y el micro por partir, cargué con todo lo que tenía a mi alcance. Un último sacrificio. Bien lo valía. Si de eso se trataba, eso le daría.

Al carajo los intestinos!!!

Dos frases esclarecedoras y reveladoras:

  1. Por parte del chofer de la empresa Gutiérrez que al ver los bolsones puso cara de poquísimos amigos y nos avisaba que con eso no podíamos viajar. A esas alturas sus palabras no eran un problema para ninguno de nosotros, nos arengaba acerca de que semejantes bultos debían enviarse como encomiendas, ya que si él nos permitía llevarlos de esa manera «LA EMPRESA PERDÍA PLATA».
    Le explicamos acerca del contenido y el fin de dichos bolsones (donaciones para la escuela 40 del Shinkal) a lo que nos contesto «YO QUIERO QUE LA EMPRESA GANE PLATA, NO QUE PIERDA, PORQUE ASI ME PAGA MI SUELDO» (sic. Chofer).
    Finalmente accedió a llevarlos… GRACIAS ENTONCES POR PERMITIR QUE LA EMPRESA PIERDA DINERO PARA QUE AL MENOS ALGUNAS PERSONAS GANEN ALGO DE ROPA.
  2. Por parte del changarín que debía subir el equipaje y los bultos a la bodega del micro «MAS VALE QUE ME DEJES UNA BUENAS PROPINA POR TODO ESTO!!! (con cara de pocos amigos).
    SIN COMENTARIOS.

13,40 hs, nos despedimos de Mili que quedo con lágrimas en el andén, es la primera vez que uno de nosotros se queda atrás.

Solo sé que estoy sentado, dolorido, y que el sueño se cuela en mis ojos, escucho a Mariana y a Omar, como de lejos, hablan con Ariel, nuestro médico amigo que me aconseja como manejarme, le hago caso, es un buen amigo de la casa.

Quisiera mirar hacia atrás y ver como van quedando kilómetros a mis espaldas, me alegra saber que estamos en viaje, siento que pasamos la prueba, como grupo, como personas, y mientras me duermo pienso en lo increíble que es llevar adelante un Inty Raymy en el Shinkal de Quimivil…