Lunes 20 de junio –feriado nacional– Día de la Bandera
Creo que fui el primero en levantarme a ver la acequia, con sus agüitas cristalinas corriendo a pasos de las carpas. Por allá al fondo del camping me pareció reconocer a alguien, era Pablo que había llegado la tarde anterior. Enseguida nos juntamos a tomar unos mates mientras mirábamos el hermoso lago que se forma del desagüe de las acequias, que parecía parte de un jardín zen, por su inmensa quietud y hermosura.
Desayunos varios y empezar a acomodar las cosas traídas para repartir. Las mujeres estaban alborozadas: ropas, zapatillas de dama, de varón, armamos todo y salimos felices de saber que cada una de esas cosas sería útil.
Justo en ese momento llegaron Peter y Marieta, la hija de Pacha Sara (nuestra hermanota de Mar del Plata), igualita a su Madre. Peter es su novio griego, neoyorquino y Pizzero!!!
Rosa nos recibió y para la mayor de mis sorpresas, nos esperaba haciendo “empanadas” para todos!
Tras hacer las entregas correspondientes estábamos dispuestos para lo que seguía.
Manuel nos había comentado que el secretario de cultura había invitado a gente de Salta y Jujuy para celebrar el Inty Raymy, pero que estos habían avisado el día anterior que no podrían asistir por cuestiones de trabajo, así que le había pedido a Manuel que ni bien llegásemos fuésemos a hablar con él.
Un mes atrás aproximadamente enviamos una carta avisando a la Secretaría y a la Municipalidad que estaríamos allí en esta fecha. No estábamos pidiendo permiso, sino sencillamente avisando que nos reuniríamos allí. Solo solicitamos la leña para pasar la noche.
También presentamos un proyecto a la Secretaría de Turismo hace ya dos años y aunque nunca nos contestaron, quizá nuestras ideas puedan haber inspirado algunas cosas.
Lo cierto es que partimos hacia la casa del Secretario de Cultura, don Walter Moreno, un hombre joven y bien dispuesto. Tanto así que lo levantamos de su almuerzo! Hablamos un rato y se mostró muy dispuesto a dar una mano. Nos aseguró la leña, y nos invito a participar del acto del Día de la Bandera que sería el martes a las 10 de la mañana en la Plaza Irigoyen del pueblo, para que le contemos a la gente qué es lo que estábamos haciendo.
Ya estábamos auspiciados por la municipalidad de Londres para realizar la ceremonia del Inty Raymy! Increíble!
Manuel nos llevo a otra casa, la de Graciela Romero, la directora de la escuela del Shinkal, que también estaba almorzando con su madre y su hermano.
Le contamos nuestras intenciones y lo importante que es para nosotros el tema de la educación de los niños que son quienes deberán continuar con estas tradiciones. Casi emocionada nos invito a la mañana siguiente a las 9 de la mañana a visitar la escuela y hablar con los chicos!!!
Eso si que era mucho, hablar con los chicos!
(Reconozco haber hablado en los lugares y las circunstancias mas increíbles y haber salido airoso sin siquiera ponerme nervioso, pero hablar con los chicos de la escuela… eso era otra cosa).
Su hermano, que también estaba allí, resulto ser uno de los locutores de la radio local, así que a las 11 hs del lunes estábamos invitados a participar de la radio en vivo.
En un momento, Manuel nos presentó a una señora de uno de los negocios de la calle principal, que tiene una librería. La mujer muy contenta no nos dejaba de decir lo importante que era que estas cosas volviesen al lugar, lo mucho que la gente lo esperaba y lo necesitaba, y que era algo era tan nuevo para ellos… Recuerdo que le respondí que sí, pero que en realidad es algo muy, muy viejo que retorna a nosotros, a todos.
Regresamos a comer.
Toneladas de empanadas, como dice Marce, a lo Chacha de Patoruzú.
Para bajarlas le dimos una vuelta al lugar viendo algunos rincones que no habíamos visitado: es que increíblemente el lugar se nos muestra despacito.
Le hicimos la visita guiada a Marieta y Peter, que estaban chochos.
Regreso, visitamos a Celia y a Richard, paso obligado para encargar las docenas de empanadas para la noche. Imposible dejar pasar la oportunidad para compartir nuestra infaltable Salta negra en medio de los paisanos siempre deseosos de charlar y mostrar su enorme hospitalidad.
Por la tarde ya casi con el sol partiendo, salimos junto a Omar y al testigo como le decimos cariñosamente a Pablito, a buscar la Mamaicuna que nos acompañaría la noche siguiente.
En medio del monte nos agarró la noche, era la primera vez que trabajábamos de noche.
Nos apuramos todo lo que pudimos, Mariana y Mili habían prometido venir a ayudarnos. Pensamos que dado el lugar que habíamos elegido no nos encontrarían, y las seguidas de largo en el monte y de noche no suelen ser nunca buenas, como decía don Ata, “no te metas al monte si no ha salido la luna”.
Salimos del monte y ahí nomás sentimos los silbidos típicos de Mariana, eran las chicas que nos andaban buscando, en medio de la noche y del monte. Nos encontramos como si fuese de día! (y otra vez fluir!).
Caminata a la luz de las estrellas, belleza sublime, rodeados de sierras y montañas, mientras los tucu tucu se van a dormir.
Terminamos de trabajar en el campamento acompañados por los animalitos. TONTON fue sin lugar a dudas la estrella a base de mimos y más mimos. A la espera de las empanadas que no se hicieron rogar, un capuchino regalo de Marieta y a la cama.
Martes 20 de junio – día más corto del año.
Arrancamos temprano para la escuela Nº 40 Juan Pérez de Zurita, nombre del fundador de Londres, segunda fundación castellana en territorio de nuestro país, allá por el siglo 15.Llegamos cuando un grupo de chicos ya estaba en la combi que los llevaría hasta el pueblo con su abanderada a la cabeza para el acto del día de la bandera.
Graciela nos recibió con un fuerte abrazo, nos mostró las hermosas instalaciones de la escuela que aunque pequeña y sencilla desborda de detalles y ganas, donde los papás de los chicos construyeron un aula nueva hace poco, así como el nuevo jardín de infantes.
Conocimos al resto de las maestras, y nos asombramos, estábamos en el salón comedor donde los niños toman el desayuno, en un rincón, sobre un armario, un cartelito de papel decía “dirección”, abajo una silla y un pupitre, solo eso.
Los niños se reunieron en el amplio salón, en ese momento sentí una miríada de cosas, cada una de sus caritas atentas, sus sonrisas francas, su alegría.
Creo que fue lo mejor que hice en años, mi mejor “conferencia”, mi mejor “charla” informativa, pero sobre todo y sin ningún lugar a dudas… MI MEJOR PÚBLICO!.
Les conté de qué se trataba el Inty Raymy, y como ellos podían participar, por qué estábamos allí y cuál era nuestra intención (pedir por todos velando la noche), qué creían nuestros ancestros, por qué el Shinkal era importante, y que les pertenecía a ellos, a cada uno de ellos.
En varios momentos el llanto estuvo casi a punto de desbordarse, el llanto de emoción.
Aplausos y besos!!! Con esto yo ya estaba hecho!.
Luego compartimos un desayuno de mate cocido y dulce con las maestras que nos contaron cómo luchan cada año por tratar de oficializar el festejo del día del aborigen, y cuánto cuesta hacerlo entender ya que esta fuera del cronograma anual, no así el 12 de octubre.
Nos mostraron fotos de sus propios festejos con unas pachamamas bellísimas y una Ñustas imposibles de mejorar.
Nos solicitaron información, todo lo que sobre estos temas podamos enviarles, de paso dimos letra para el próximo acto donde se representará el Inty Raymy en honor a nuestra llegada.
Juntos nos fuimos para la plaza del pueblo donde el acto ya había comenzado. Estaban los abanderados de las escuelas de Londres, autoridades y demás.
Creo que desde la primaria que no asistía a uno de estos actos. En un momento mientras sonaban los acordes del himno apareció frente a la plaza un bus enorme con una gigantografía del “Che” y alguna frase célebre, era ciertamente graciosa la situación, era de la empresa 29 de Agosto.
Sobre el final del acto, el Secretario de cultura nos hizo presentar y contamos a los allí reunidos, al menos a los que quedaban, que esa noche se celebraría el Inty Raymy en el Shinkal de Quimivil. Unas señoras grandes, abuelas, se pusieron muy contentas y se lamentaban de no tener como ir y regresar del lugar
De allí derechito a la radio.
Nos hicieron una nota extensa, muy sentida, muy agradecida, por traer nuevamente estas celebraciones. A cada momento sentí que la gente desea fervorosamente que esto pase, solo que nadie antes se atrevió a realizarlo. Esa mañana hablaron en todo momento de esto, así que se escuchaba no solo en Londres, también en Belén y alrededores.
Allí en la radio nos dijeron que seguramente asistiría a acompañarnos uno de los mejores poetas Londinos.
Nos despidieron con un tema de un grupo Belicho sobre el Shinkal.
Regresando al campamento saludamos a un grupo de señoritas que nos respondieron con un “Chau, Inty Raymy!”, lo cuál disparó una increíble andanada de chistes entre nosotros, don Raymy esto o don Inty lo otro.
Ya en el campamento la mamaicuna se estaba cocinando a paso firme, Mariana y Peter estaban al pie del fuego y la leña, Pablito asistía, Marieta estaba preparando la comida para los perros y gatos, sobre todo para la “guardiana”, una perra doberman marrón que había hecho su aparición esa mañana, al igual que el año anterior aparecía cuando se cocinaba la madrecita, solo que este año estaba en un muy mal estado, producto de tener varias crías supusimos, la cosa es que todos comieron una rica polenta que más de uno hubiese compartido de no ser porque respetamos la dieta a rajatabla.Cerca del mediodía y para batallar el hambre dirigí a los nuevos a uno de los lugares que me gusta recorrer cada año, un asentamiento “ciénaga”, bastante cercano al campamento, de donde cada año junto innumerables pedazos pequeños de cerámica, a la que se denomina “tejas” y de poco interés arqueológico, pero para nosotros es algo maravilloso.
Siempre pensamos que cada pedacito que regalamos es como traer a la vida al alfarero que realizo la pieza, es hablar de él, es admirar su trabajo.
Andar de culo bajo los rayos del sol y en ayunas trae sus consecuencias, pero todos aprendieron a reconocer y juntar su tejas, que siempre son para regalo.
Estimo que se trata de un “basurero” ciénaga, primero porque todas las tejas son muy pequeñas, también hay pequeños núcleos de lasca y lascas varias, así como atisbos de puntas de flecha en cuarzo o minerales duros.
Lo interesante es que se encuentra a unos dos metros debajo del nivel natural del monte producto de la erosión de las lluvias estacionales que año a año excavan un poco más profundo, lo cual hace al sitio mucho más antiguo.
De hecho la cultura ciénaga esta ubicada solo a pocos kilómetros al norte de este lugar.
Antes de detenernos allí los adentre un poco en el monte, para que les hable y les muestre. Con suerte a veces uno escucha y ve, todos lo disfrutamos inmensamente.
Regreso, últimos preparativos, una pequeña siesta, indicaciones de último momento, y Marce que se ocupo de la leña yendo y viniendo de Londres, ya que tardó en aparecer el camión con la preciada carga. Además junto a los niños del lugar como Víctor (hijo de Manuel y Rosa) y Ricardo Saúl (o Richard como le decimos cariñosamente), juntaron mas leña en el lugar.
Eran cerca de las 17 hs, el sol ya se ponía en las serranías del oeste, se nos ocurrió poner a sonar Taky Ongoy… muy fuerte, las lágrimas no se hicieron esperar.En ese momento pasaron tantas cosas por mi mente, tanta gente, tantos momentos, y este presente enorme de andar este camino de nuestros antepasados, a puro corazón no más. Cada por qué y para qué toman sentido, cada pena del camino vale y se hace presente, se disfrutan las presencias y se extrañan las ausencias, la oración va cayendo imparable y uno con ella se adentra en la noche.
Dejamos las cosas en el lugar elegido, este año no fue el Ushno , sino los pies de la plataforma ceremonial norte.
Trajimos de lo de Manuel unos bellísimos sitiales de madera que harían de asiento alrededor del que sería el fogón.
Trajimos viejas piedras. Nos encontramos con dos mujeres (María Rosa, una de ellas) que nos estuvieron esperando para participar. Ellas trabajan para la Secretaría de Turismo en el centro de información del lugar. Las acompañaban un grupo de preciosas niñas, entre ellas la abanderada del colegio 40.
Mana Inty Kancha
Una pareja de Rosarinos se sumo al encuentro, Don Jorge nos decía que le costaba dormir, que por primera vez recorría el norte del país, y que todas estas cosas eran demasiado!A las 19:30 hs encendimos el fuego ceremonial que nos acompañaría durante la larga noche, el Tata Nina, el reflejo del Inty que atraviesa el Uku Pacha .
Cuando me quise acordar, el borde del fuego estaba repleto de personas. Se acercaban tímidamente. Algunos se sentaban, otros permanecía parados.
Conté algunas historias, historias de recuerdos, historias que nos hacen pensar en que muchas cosas pueden haber cambiado, pero el paisaje donde nos encontramos esta exactamente igual que la última vez que se celebro el Inty Raymy de nuestros ancestros.
Cada cerro, cada montaña, siguen allí como mudos testigos de nuestros pasos.
Creo que la gente que asistió se compenetro en esto. Siento que lo llegaron a sentir.
Luego hombres y mujeres se separaron para realizar un pequeño acto cada grupo.
Los varones nos dirigimos alSinchi Wasi , la casa de los guerreros, donde 210 bravos cuidaron el lugar en tiempos antiguos.
Nosotros les llamamos, les pedimos que nos acompañen, para que nos infundan su valor, su coraje, y nos permitan también proteger a los nuestros, proteger las tradiciones, para que no se pierdan, para que sigamos protegiendo junto a ellos el lugar.
Las mujeres realizaron una “limpia” y una “sahumada”, y quemaron en la hoguera palitos simbólicos de aquellas cosas que uno quiere que se transformen, para que los pedidos asciendan en forma de humo.
Luego nos reencontramos nuevamente y fue para todos nosotros muy emocionante las palabras de un señor Londino, un poeta del lugar, que nos agradeció nuestro intento, haciendo mención de cómo él, en todos estos años, no había podido participar de algo parecido.
Luego nos agasajó con una hermosa canción que hablaba de Shinkal y otra sobre Londres.
Así fueron pasando las horas, con un cielo que parecía poder tocarse y arrancar una estrella para regalarle al almaciga.
En un momento dado, arranqué con la “historia nunca antes contada”. Nunca recuerdo de dónde salió la idea. Sé que la he leído en algún lugar, pero nunca puedo recordar dónde.
Es una historia sencilla entre el Sol, la Tierra, la Luna y los “Rumi Runas”.
Se trata de una historia de amor, de una tristeza, de una lágrima, de un nacimiento… Lo cierto es que cada quien puede continuarla a su manera, agregando cosas, y fueron varios los que se sumaron a la historia, sumando vivencias y anécdotas.
Una mujer sobresalió de los presentes haciendo gala de finos conocimientos de la iconografía presente en las cerámicas, sobre todo, novedosas ideas sobre las urnas parvularias Belén.
También se habló durante la noche de las diferentes formas en que se presta ayuda a diferentes grupos de gente, pero lo interesante es el tipo de “acción directa” donde las cosas ocurren en función a ganas y esfuerzos sin representaciones ni esponsors.
Un grupo de Bélicos cantores llegaron en nuestra ayuda, y aunque tardaron un poco, al fin se hicieron escuchar.
Nuestros propios valores vocales y musicales se dieron un fiestón “Beatle” que fue emparejado por un sinnúmero de chacareras, canciones, zambas y algunas vidalas y coplas improvisadas entre todos.
De a poco y ya entrada la noche, la gente empezó a retirarse respetuosamente, la mayoría nos acompañó casi hasta las 2 de la madrugada.
Muchos se retiraron más temprano por el tema del colectivo que llega hasta el lugar y los regresa a Londres pasando por allí cerca de las 22 hs.
Nosotros nos reencontramos en el Ushno con nuestra querida Mamaikuna a eso de las 2:30 hs.y no se hizo esperar.
Cada uno vivió el resto de la noche en forma personal, cada uno con sus cosas a cuestas, cada uno dejó en el lugar y limpió lo que había que limpiar, mucho de lo que quedaba del año, un largo año de trabajo, de mucho trabajo, con vicisitudes, muchos cambios, algunas incertidumbres, pero sobre todo mucho esfuerzo, tanto personal como mancomunado.
A cada uno le dio su mensaje, sus colores, sus sonidos, sus palabras, sus sensaciones.
Rato antes, un grupo de jóvenes se acercó a nosotros y participó durante unos instantes, más luego se alejó.
Algunos subieron a la pirámide y allí se quedaron toda la noche. Otros de los que se alejaron no dejaron de gritar y chillar durante un rato largo.
Personalmente algo de todo esto me molestaba, pero por otro lado entendía que estaba pasando algo, algo importante y gracias a la vieja madrecita lo pude ver con claridad, con una enorme claridad.
Pero esa será una reflexión para el final.Las horas siguieron avanzando y allí es donde uno se da cuenta de lo verdaderamente larga que es esta noche.
En cierto momento, tras los cerros vimos asomar a la luna cornuda, una luna maravillosa que con sus rayos de luz trajo un festejo extra en el interior de cada uno de los presentes.
Los cantores se retiraron sobre el filo del amanecer, prometiendo regresar el año próximo.
GRACIAS Zurdo y amigos, por tu voz, por compartir ese hermosísimo tema dedicado a tu madre, por la compañía, los recitados y ese humor maravilloso!!!
Ya éramos pocos los que quedábamos: nosotros y tres personas más, entre ellas la mujer que de pronto se develó como la famosa ceramista que venía a dar cursos de capacitación y de quien tanto nos habían hablado en el pueblo.
Allí estaba, llevando la noche consigo, con sus risas, sus anécdotas, sus vivencias… y su “CHAN CHAN!”.
Cantamos juntos un par de veces, compartimos el fuego y el frío, compartimos un pedazo de nuestras vidas. La mujer de la pareja que también nos acompañaba estaba embarazada, así que era uno más que de alguna manera y desde el vientre de su mamá nos acompañaba.
Sobre el filo de amanecer nos dejaron solitos. El colectivo de las 8 hs ya venía y el siguiente era recién a las 11 de la mañana.
Abrazos y despedidas, ya los estábamos extrañando, sobre todo a esa alfarera, quien por siempre será para nosotros “chan chan”, como esa ciudad de Barro en el norte de Perú. Todos y cada uno fuimos y somos personas que “vienen de ningún lado y van a ningún lugar”, perfectos anónimos, que sin embargo compartimos cada fibra del almita en esa larga noche.