Celebración del Inty Raymy – 2006 – Catamarca – Parte 1
¿Por qué el Shinkal de Quimivil?
Es una pregunta que seguramente algunos se harán… para nosotros es un lugar sagrado, plagado de magia ancestral, un lugar de referencia y de alguna misteriosa forma que no alcanzamos a entender, estamos ligados a él.
Muchas de las cosas que realizamos hoy día están ancladas de una u otra forma a este lugar, a pasos de la cuna de algunas de culturas conocidas por muchos como “Los Antiguos”, las primeras de nuestro país.
Personalmente lo visite hace ya muchos años, antes del 2000, y regresé sistemáticamente allí cada vez que pude.
El lugar, centro cívico y espiritual de la última andanada quechua al Collasuyu , fue olvidado posteriormente de la conquista de nuestro Noroeste. Solo surgió en el 1600 en medio de la segunda rebelión Calchaquí liderada por Don Juan Chalimín, que junto a sus bravos hicieron del lugar su fortaleza.
El lugar fue redescubierto por Ambroseti en 1901 y a partir del 1989 los trabajos de Raffino (del museo de la Plata) le dieron la forma actual con la que el viajero lo encuentra.
Antes era solo un monte de shinkis, palabra de la que deriva su nombre.
La primera vez que lo vi me lleno de emoción.
Cuando subí a la plataforma este, a la que confianzudamente llamamos “Pirámide”, sentí algo indescriptible, pero que dura en mí hasta este momento, un gran respeto, mezcla de dolor y valentía, y una increíble conexión con la Pacha toda.
También sentí miedo.
Poco a poco la historia de ambos se fue tejiendo, recuerdo cómo unos amigos muy queridos tiempo atrás lo visitaban asiduamente: Mariano, Mario y Darío.
Mis primeros pasos con la Mamaicuna a la que asisto se dieron allí, en la Aucaypata , una siesta de Enero, con un Huayrapuca que quemaba la cara.
Cómo negar entonces esta relación, si cuando empezamos a transitar este camino como grupo, fue uno de los primeros lugares a donde fuimos todos juntos, internándonos de noche y de día entre sus piedras gastadas, entre sus caminitos apenas visibles a luz de las estrellas, llegando por el monte en medio de la siesta, aprendiendo, sintiendo.
El “por qué”… eso se me escapa. En sí ya ni siquiera me lo pregunto.
Es que el camino de las Mamaicunas es sencillamente así, un increíble fluir de cosas.
Este año, 2006, fue para mí y para mis compañeros la confirmación -si es que faltaba- de lo que tratan estas cosas.
¿Por qué un grupo de casi gringos se toma el trabajo de continuar con la celebración de una festividad originaria casi olvidada?
En primer lugar contestaría con lo primero que viene a mi mente como respuesta, porque queremos y podemos hacerlo… pero estaría mintiendo.
En el 2004 un grupo de ancianos representantes de diversos pueblos originarios se dieron cita en el lugar con la intención de “encender”, activar, el apagado lugar por vez primera luego de tantos, tantos años.
Ellos hacían referencia a la profecía de los ancianos del Tawantinsuyu , al nuevo Pachakuty y a la necesidad de continuar con este retorno a la espiritualidad natural de los pueblos originarios.
Al darle vida nuevamente, ya no se trata de ruinas, sino de un centro ceremonial de gran importancia.
Su pedido e intención era que se continuara realizando la ceremonia, más allá de que ellos estén o no. El pedido era que el ugar permanezca “VIVO”.
Según sus propias palabras no se trata de un retorno aplazado sino de un volver a las raíces, dado que la “esencia no pierde vigencia”.
Ellos creen en la posibilidad de un cambio de consciencia, y que el conocimiento sagrado de los Andes no esta sujeto al paso desgastador del tiempo.
Nosotros llegamos sin saber todo esto un par de meses después.
Enseguida nos percatamos que algo había ocurrido en el allí, por los rastros que íbamos encontrando. Tal es así que Marcelo hacía referencia a que estábamos “tras los pasos de algo”, lo recuerdo subiendo la pirámide diciendo esas palabras.
Durante el viaje, tuvimos y utilizamos un tabaco ceremonial que el Lonko Lorenzo Pincén le había dado a Marcelo, y que ya sobre el final del viaje decidimos ofrendar en la cima de la plataforma ceremonial.
Allí hicimos nuestras pequeñas ceremonias en lugares muy precisos.
A nuestro regreso Marcelo se encontró nuevamente con Lorenzo a quien le contó del viaje y lo importante que el Shinkal había sido para nosotros. Lorenzo, sin dejar de reír, le recordó a Marcelo donde había sido consagrado ese tabaco. Recién allí Marcelo pareció entender… ”en el Shinkal de Quimivil!!!”: el tabaco había vuelto al mismo lugar de donde había salido, en un círculo perfecto!
De alguna forma fuimos los primeros en llegar, en responder a una invitación que había quedado flotando en el aire.
Tal es así que Lorenzo dejo a Marcelo un video de esa ceremonia. Nuestro asombro fue mayúsculo al ver que muchas partes de la misma habían sido realizadas casi al centímetro, en los lugares donde nosotros realizamos las nuestras. Al ver esas imágenes recuerdo todavía lo increíble de la sensación, sencillamente “no lo podía creer”.
Pero era la verdad, que gran broma del destino!
Cada uno sintió en lo profundo algo que raras veces comentamos, es algo personal, pero que nos hizo regresar el 2005 casi sin pensarlo.
Obviamente teníamos noticias de que los viejos estarían en el lugar celebrando y oficiando nuevamente la ceremonia, nuestra intención solo era la de asistir representando un poco a los “No Indios” de sangre, pero si de corazón.
Llegamos al lugar, esperamos, esperamos… pero los ancianos no asistieron. Nos enteramos de que estaban en el cerro San Bernardo en Salta.
También nos enteramos que otras personas, a las que lamentablemente conozco, se estaban apersonando en el lugar para realizar algo seguramente parecido a una ceremonia.
Esta gente a la que a menudo hago mención es para mi una “deuda”, un error cometido hace tiempo, que el destino me da la oportunidad de subsanar dentro de mis posibilidades.
Es gente que solo piensa en las Mamaicunas como esclavas y en las festividades y ceremonias como eje de un poder personal. Pero sobre todo como un negocio, de cuyas pingues ganancias aprovechan para comprar tierras en la zona.
Ante semejantes perspectivas y sin remedio alguno solo nos quedaba hacer frente al desafío. Con el respeto al frente y el desconocimiento a nuestras espaldas, decidimos llevar adelante el Inty Raymy. Dejamos que el lugar nos diga cómo, que nos recuerde que hacer, y si bien sabemos que no ha de ser la mejor de las maneras, ni la mejor oficiada, ni la que brinde los mejores conocimientos, es sin embargo la que nos toco y el Shinkal nos eligió por esa noche para que la recordemos.
Este año sabíamos de antemano que los ancianos no asistirían, y que si bien la gente del lugar había quedado honrada y contenta aún no llevaría adelante la celebración, así que sencillamente respondimos al llamado que quedó en nuestros corazones cuando cruzamos sus puertas un año atrás… volvimos.
El regreso, “a viajar como locos”!!!
Esta vez las cosas empezaron a tomar forma varios meses antes, sobre todo porque debíamos afrontar el gasto que significa movilizarnos todos hasta allá, lo cuál nunca es algo sencillo.También había quedado el pedido de algunos encargos que Manuel y Rosa, nuestros anfitriones nos habían solicitado.
Casi sin darnos cuenta estábamos en campaña para conseguir cosas que pudiesen ser útiles a estas gentes que queremos y nos quieren con elsonko bien grandote.Así se juntó –aquí en Bs. As.- ropa, zapatos, libros, algunos útiles escolares y lana (gracias a las tejedoras de la feria Artesanal de Avellaneda y a Flor). Desde Mar del Plata, Marce y María Eugenia, trajeron más regalos y más ropa.Poco a poco y sin demasiada ansiedad se fueron dando las cosas y ya para el jueves 17 estábamos en plena marcha.
El dinero obtenido en nuestros últimos trabajos no alcanzaba para los pasajes, pero justo a último momento, nos prestaron una camioneta gracias a la cual disminuían considerablemente los costos del viaje! Así maravillosamente alcanzó el dinero juntado (es solo cuestión de tener confianza y dejarse fluir!!!).El sábado 17 llegaron los Marplatenses ya caído el sol, luego de descansar un rato y ponernos al tanto de las rutas elegidas para el viaje descansamos un poco para salir a las 4 de la mañana del domingo.A las 5:30 del domingo 18 estábamos en lo de Omar y Milli, en pleno centro. A las 6 hs emprendimos la marcha, a paso firme y con lluvia como no podía ser de otra manera, cada vez que los 6 nos juntamos el cielo nos limpia!.Rosario fue nuestro primer punto, siguió Córdoba, y una parada táctica en Capilla del Monte, a tomar unos mates frente a un Uritorco que se negaba a mostrarnos su cara escondida tras las nubes.Pero como lo conozco, no me iba a hacer quedar mal frente a los amigos que por primera vez rendían sus pies ante su presencia y ahí, en el Zapato, el cielo empezó a abrirse, como quien se despereza ante la llegada de un amigo y el tata Inty le dio de lleno en toda su majestuosidad… Que alegría más inmensa!.Se sacudió un poco las nubes para después dejarlas nuevamente jugar con su cresta pelada por los vientos.El atardecer en la ruta… eso si que fue palabra mayor: las nubes en el horizonte se habían retirado dejando una franja encendida de color sangre y magma, que invitaba a soñar sin dejar de observarla. Así pasaron Chamical y Patquía, casi sin darnos cuenta le pasamos a la ciudad de La Rioja por el costadito, rumbo a Aimogasta, capital nacional de la aceituna. De allí, derechito a Londres.Casi llegando, un badén se nos apareció como un abismo cuyas fauces iban a tragarnos hasta vaya uno saber donde! Cosas del cansancio seguramente…Londres, 23 hs. Habíamos llegado, luego de 17 hs, en medio de aplausos y música acorde!!!Ya estábamos ahí. Enseguida encaramos para el Shinkal. Querían algunos ver a Manuel y Rosa, otros ver las piedras viejas.
Apenas nos bajamos sentimos música, pensamos que podían estar durmiendo… dimos vueltas… Mariana, en cambio, empezó a caminar como hipnotizada en la mitad de la noche. El cielo era un enjambre infinito de estrellas. Comenzamos a seguirla. Algunos regresaron, otros la acompañamos hasta donde sabíamos que iba, hasta el pie de la pirámide. Sin perderse un metro, llegamos hasta allí pero no subimos. Quizá porque la escalinata no estaba presente para nosotros esa noche: simplemente había desaparecido. No se trataba de no encontrarla, llegamos hasta allí a oscuras sin una sola linterna o encendedor. Simplemente no estaba para nosotros
Ya de regreso con los demás, decidimos que era demasiado tarde para saludar a Manuel y Rosa, así que nos retirábamos hacia el camping, cuando en medio de la noche y a poco andar, unas sombras a la vera del camino… eran Manuel, Rosa y familia que venían de un baile con motivo del festejo del día del Padre!!!Abrazos, besos y bienvenidas, alegría en los corazones. De nuevo las cosas pasaban sencillamente como debían: en el momento oportuno.Nos despedimos con la promesa de regresara la mañana siguiente.Ya en el camping nos dimos cuenta que el camino nos parecía muy distinto, rápidamente armamos el campamento.Esperaba encontrar a Pablo y Analía que habían prometido acompañarnos, pero aparentemente en el camping no había nadie más que nosotros… y unos amigos que vinieron también a recibirnos, la PICHA Y MICHINA!!! Era demasiado para estos corazones. Al grupo se sumo el que suponemos que es el hijo de Picha, TONTON.
Sopitas y a la cama.Dulces sueños, podían ser acaso de otra forma?